FOUCAULT fue certero:
“No creo en absoluto que nuestra sociedad sea democrática. Si uno entiende por democracia el efectivo ejercicio del poder por una población en la que nadie esté dividido u ordenado jerárquicamente en clases, es absolutamente claro que estamos muy lejos de la democracia. Es también claro que vivimos bajo un régimen de dictadura de clases, un poder de clases que se impone a sí mismo mediante la violencia, siempre cuando los instrumentos de esa violencia son institucionales y constitucionales. Y esto ocurre en un grado que impide que exista una verdadera democracia”.

Qué procuramos con este Blog

Miércoles 19 de noviembre de 2008.
Todo diccionario filosófico, al abordar la expresión ideal, incluye la de ser entendido como exigencia moral. Por ejemplo, exigencia moral para acercar Justicia social, para cimentar un régimen democrático de relaciones sociales, en que el respeto de la dignidad personal implique vernos como seres dotados de razón y de libertad, aptos para trazarnos sobre la base de este conocimiento, nuestro plan de vida.
Es decir, capacidad de proponernos fines propios a los que tender; libertad que, para ser tal, demanda circunstancias económicas, culturales, sociales y políticas que la garantice en la realidad, en que una madre no tenga que mantener a sus hijos en la cama para así evitar que sientan más fuertemente y reclamen el hambre, o que la necesidad no obligue a unos a vender su fuerza de trabajo, subordinándose y acentuado su dependencia a otros (el vasallaje de nuestro tiempo).
Requerimientos éticos-sociales como estos son los que han movido muchas vidas.
Gonzalo Muñoz Aravena es una de ellas; por encarnar la convicción de que, pese a estar condicionados no estamos determinados, por haber sentido y procurado esos anhelos, su vida supera a su muerte, y, como la de otros, trasciende hasta hoy.
Este es su blog. Iniciémosle transcribiendo su semblanza, trazada en 2006 por su madre,
la maestra Gladys Aravena Vivar.

Valparaíso, noviembre 19 de 2008.

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