Frei y Piñera:
dos empresarios que defienden este modelo económico antihumano
Eduardo Frei y Sebastián Piñera son dos empresarios que se beneficiaron del modelo económico implantado en la dictadura militar y que fue continuado y legitimado por los sucesivos gobiernos de la Concertación.
Durante todos estos años se ha consolidado, especialmente con las privatizaciones y las concesiones, un tipo de sociedad en nuestro país con habitantes de primera y segunda clase: los salarios injustos y miserables, la educación, la salud y la vivienda desigual para ricos y pobres. La destrucción de la naturaleza, observando los campos, lagos, ríos y mares de nuestro país por los apetitos de lucro sin límite son una constante. En Chile se ha generalizado el trabajo precario sin contrato, con boletas de honorarios y subcontratación. La negociación colectiva es cada vez un derecho de un puñado de trabajadores mientras la mayoría no puede ejercerlo. La actual legislación laboral, en lo sustantivo no ha cambiado bajo la Concertación desde la dictadura.
Aunque puede haber matices secundarios, los dos candidatos representan la continuación del mismo modelo de sociedad capitalista. Nosotros por el contrario representamos los intereses, sueños y necesidades de la gente que vive de su trabajo y sus familias, y por lo mismo no nos sentimos representados por ninguno de ellos.
¿Parar a la derecha?
Nos dicen que hay que parar a la derecha, en su desesperación por recuperar el terreno perdido. El gobierno ha mandado a última hora proyectos que no presentó durante años, habla incluso de reformar la Constitución, cosa que no han intentado seriamente en 20 años, más allá de cambios cosméticos y de la firma, en que con acuerdo con la Alianza UDI-RN cambiaron la firma de Pinochet por la de Lagos. Pero además ya tenemos la experiencia pasada del gobierno de derecha de Frei.
No nos vendan cuentos de 'progresismo'
Eduardo Frei fue el que privatizó el agua en su anterior gobierno. Eduardo Frei nunca quiso recibir durante su anterior gobierno a las organizaciones de derechos humanos de los familiares de las víctimas de la dictadura y fue él quien movió todo el aparato del Estado para evitar que Pinochet fuera juzgado en Londres por las violaciones de los derechos humanos. Fue Frei quien extendió el sistema de concesiones a los bienes nacionales de uso público, como las autopistas, las aguas del mar. En su gobierno se iniciaron megaproyectos destructores del medio ambiente, como Ralco y Pascua Lama.
Durante su mandato, la reforma educacional profundizó la segregación de la enseñanza en Chile, con una educación para quienes la pueden pagar y otra, con pésimos resultados, para los más pobres. Fue durante el gobierno de Frei que el desempleo pasó de 7.6% a 9.1%, (la cesantía juvenil varias veces más) y allí se quedó, cuando la crisis asiática había concluido hace tiempo.
En cuanto a Piñera, tenemos claro que el `cambio' que propone no beneficia a la mayoría del país, si no a los grandes empresarios. Si alguien tiene dudas, basta algunas "perlas" de sus propuestas para "cambiar Chile". Disminuir las indemnizaciones por despido.
Aumentar el aporte de los apoderados en el financiamiento de la educación. Profundizar la privatización en curso de la Salud impulsando la atención en centros privados, mediante un seguro de salud. Disminuir el pago de impuestos de las empresas a través de donaciones a instituciones sin fines lucro.
Flexibilidad salarial para pagar sueldos menores a jóvenes entre 18 y 24 años, lo que finalmente repercutiría en una presión a la baja de todos los sueldos. Continuar con la especulación aumentando los límites de inversión de las AFP, sin resguardos.
Privatizar la empresa pública como Codelco, Enap, etc. Entregar la reserva de la explotación de los hidrocarburos sólidos y gaseosos a grandes empresas.
Ciertamente los trabajadores tenemos que parar a la derecha.
Estos dos bloques han cogobernado Chile por tres décadas. Nosotros llamamos a luchar para cambiar las cosas de verdad, a favor de la gente de trabajo, gane quien gane las elecciones presidenciales.
La derecha está representada por los dos candidatos, Frei y Piñera. Hay que pararlos manteniendo nuestra independencia política sindical, recuperando y reorganizando a los sindicatos desde la completa honestidad, sin componendas con políticos desprestigiados.
Cualquiera sea electo, hay que parar a las dos derechas, Frei y Piñera, desde la organización, preparando las movilizaciones y luchas que se vienen.
Por ello llamamos a votar NULO en esta segunda vuelta electoral.
Porque los trabajadores aún no podemos recuperar las condiciones laborales y económicas alcanzadas antes del golpe del 73.
Porque la normativa laboral vigente ha sido apoyada, modificada y santificada para servir, los intereses de los grandes inversionistas chilenos y extranjeros.
Porque el sueldo mínimo que negocian años tras años los gobiernos de la Concertación con la burocracia de la CUT, sólo ha servido para perpetuar la pobreza.
Porque la conculcación del derecho al descanso dominical para los trabajadores del comercio y servicio se consolidó bajo los gobiernos derechistas de la Concertación.
Porque con el visto bueno de las dos derechas se incorporó al Código del Trabajo en estos 20 años:
La polifuncionalidad al modificar el art. 10 nº 3 del C. del T.
La flexibilidad con los contratos a tiempo parcial (art. 40 bis y siguientes Código del Trabajo).
El pago de la indemnización en cuotas (art. 169 C. del T.) y se continúa negando el derecho a salas cunas donde trabajan menos de 20 mujeres, así como el derecho a declarar y no pagar las imposiciones que mes a mes pagamos de nuestro sueldo y que el patrón tiene que depositar en la AFP.
Porque no es posible seguir aceptando que se mantengan jornadas de trabajo de 10 y 12 horas diarias de trabajo.
Porque el nuevo parlamento, especialmente el Senado, responderán como siempre al servicio de los grandes capitalistas
Por todo y mucho más, los dirigentes que suscriben no podemos tener confianza en ninguno de los dos candidatos. Ni Frei ni Piñera representan a los trabajadores.
V O T A N N U L O (Ordenados alfabéticamente)
* Manuel Ahumada Lillo, Presidente Nacional de la CGT.
* Miguel Alderete P., Secretario Sindicato Nº 1 Banco Santander
* Luis F. Araya Sepúlveda, Presidente Sind. Nº 1 Trabajadores de Supermercados Tottus.
* Katherine Betancourt, Presidenta Sindicato Vitasalud.
* Daniel Bernardo, Presidente Sindicato ATSAM Salud, San Fernando
* Raúl Devia Ilabaca, Director AFUN Bio-Bio Corp. Asistencia Judicial.
* Orietta Fuenzalida, Directora de la Asoc. Func. Dir. Del Trabajo.
* Oscar Galetti, Presidente Sindicato Pescadores Artesanales de Pto. Montt.
* Rubén González A., Director Nacional Confederación Bancaria de Chile.
* Esteban Hidalgo Salas, Encargado Nacional de Neg. Colectiva de la CGT
* Carlos Lemus, Presidente Sindicato Lancheros de Valparaíso
* Ramón López, Pdte. Fenatracimm, Dirigente de CIM,
* Javier Márquez G., Dirigente Sindicato Nacional Banco Itaú
* Luis Mesina M, Secretario General Confederación Bancaria de Chile
* Lorena Navarrete C., Presidenta Sindicato Nacional Banco Itaú
* Lucio Pavez S., Presidente Sindicato Nacional Banco París
* Jorge Peña M, Director Confederación Trabajadores del Cobre, Pdte. SITECO
* Víctor Quijada, Presidente sindicato ACHS
* Andrea Riquelme B, Presidenta Confederación Bancaria de Chile
* William Riveros, Director Sindicato Interempresas AFPs.
* Inés Rosas S., Sec. Nac. SINTRAC II
* José Santibáñez P., Director Nacional Confederación Bancaria de Chile.
* Rafael Torres Fernández, Dirigente Nacional Sindicato Jumbo
* Saúl Vargas, Presidente de la Confederación Sindicatos Maipú CONFESIMA
* Rubén Villanueva, Presidente de la Conf. Emp. Part. De Chile CEPCH.
FOUCAULT fue certero:
“No creo en absoluto que nuestra sociedad sea democrática. Si uno entiende por democracia el efectivo ejercicio del poder por una población en la que nadie esté dividido u ordenado jerárquicamente en clases, es absolutamente claro que estamos muy lejos de la democracia. Es también claro que vivimos bajo un régimen de dictadura de clases, un poder de clases que se impone a sí mismo mediante la violencia, siempre cuando los instrumentos de esa violencia son institucionales y constitucionales. Y esto ocurre en un grado que impide que exista una verdadera democracia”.